Un emoticón es una secuencia de caracteres que imita una expresión facial
para manifestar una emoción. La palabra es un neologismo resultado de unir emoción
e icono y hoy en día los emoticones se emplean frecuentemente en
internet y en telefonía móvil para salvar las limitaciones en la transmisión de
emociones que suponen los textos breves, en especial en correos electrónicos y
mensajería instantánea.
Hace algún tiempo encontré este artículo en el que se hacía referencia a la influencia que el origen cultural tiene en la interpretación de las expresiones faciales. El artículo mencionaba un estudio de la Universidad de Glasgow que demostraba que, contrariamente a lo que muchas veces se piensa, algunas expresiones faciales no son universales, sino que su interpretación viene determinada por el origen cultural.
A título de ejemplo, un gesto que para un europeo es una expresión de miedo, para un asiático puede representar sorpresa y lo mismo puede pasar con la expresión disgusto, que en términos orientales tiende a interpretarse más como enfado, lo cual no es exactamente lo mismo.
Según los investigadores que realizaron el estudio, la confusión se da porque el origen cultural determina la percepción del observador. En ese sentido, en las pruebas realizadas los participantes asiáticos se concentraban más en los ojos del interlocutor a la hora de interpretar la expresión de su rostro, mientras que los participantes occidentales consideraban toda la cara, incluyendo también la boca.
Esas diferencias se manifiestan también en los emoticones orientales que se escriben de forma vertical porque en lugar de ser la boca la que señala la emoción, son los ojos los que se alteran:
Hace algún tiempo encontré este artículo en el que se hacía referencia a la influencia que el origen cultural tiene en la interpretación de las expresiones faciales. El artículo mencionaba un estudio de la Universidad de Glasgow que demostraba que, contrariamente a lo que muchas veces se piensa, algunas expresiones faciales no son universales, sino que su interpretación viene determinada por el origen cultural.
A título de ejemplo, un gesto que para un europeo es una expresión de miedo, para un asiático puede representar sorpresa y lo mismo puede pasar con la expresión disgusto, que en términos orientales tiende a interpretarse más como enfado, lo cual no es exactamente lo mismo.
Según los investigadores que realizaron el estudio, la confusión se da porque el origen cultural determina la percepción del observador. En ese sentido, en las pruebas realizadas los participantes asiáticos se concentraban más en los ojos del interlocutor a la hora de interpretar la expresión de su rostro, mientras que los participantes occidentales consideraban toda la cara, incluyendo también la boca.
Esas diferencias se manifiestan también en los emoticones orientales que se escriben de forma vertical porque en lugar de ser la boca la que señala la emoción, son los ojos los que se alteran:
East/West
differences in Emoticons
Emotion West East
'Happy' :-) (^_^)
'Sad' :-( (T_T)
'Surprise' :-o (o.o)
El estudio resalta la importancia de saber leer e interpretar las emociones en su contexto y el reto que eso puede suponer desde el punto de vista de la comunicación intercultural.
4 comentarios:
Sí, hace tiempo que había leído alguna cosa y la verdad es que me sorprendió porque ni me lo había planteado hasta entonces.
Una vez más la riqueza cultural encima de la mesa.
Un abrazo.
Sí, es curioso cómo en algunas cosas podemos ser tan distintos, pero ahí está la gracia ...
Buena Semana Santa!
Superando las trabas del lenguaje!
o por lo menos intentándolo ... Me alegro de verte Jose. Espero que vaya todo bien.
Abrazos,
Publicar un comentario