11 de octubre de 2009

Lenguaje, culturas y pensamiento


 ¿Qué influencia tiene el lenguaje en nuestra forma de ver el mundo? ¿Hasta qué punto está el pensamiento, la forma de vivir y de pensar determinada por el idioma que hablamos? ¿Piensan los políglotas diferente en función de cuál sea el idioma utilizado?

Éstas y otras preguntas parecidas son las que se plantea Lera Boroditsky, profesora de Psicología en la Universidad de Stanford que ha analizado las conexiones entre lenguaje y pensamiento, ofreciendo un punto de vista muy interesante desde una perspectiva intercultural. Según los resultados del estudio que esta profesora ha efectuado con personas procedentes de países tan diversos como Rusia, Chile, Australia, Indonesia, Grecia y China, muchos conceptos básicos de nuestra percepción de la realidad están determinados por el lenguaje; el tiempo y el espacio, los colores, el razonamiento abstracto, la expresión de emociones, la actitud ante el riesgo, e incluso la elección de la pareja o de una profesión determinada, está influidas por el idioma que hablamos.

Personalmente, pude experimentar parte de los argumentos de esta tesis hace unos años cuando tuve la ocasión de participar con un grupo de voluntarios en un estudio parecido en Alemania y yo misma me sorprendí de cuán diferentes eran mis razonamientos en función del idioma que utilizaba para expresarlos. En ese momento lo interpreté como el resultado de mi distinto nivel de dominio del alemán y el español, pero parece que la explicación va más allá y está en la base cultural que origina la estructura del idioma, que hace que prestemos más atención a algunos aspectos de la realidad que a otros.

6 comentarios:

Isabel Rojas dijo...

Interesantes conclusiones, las de esta investigadora americana. Desde el campo de la lingüística ha sido siempre un tema muy debatido sobre el que no hay unidad de criterio. La influencia cultural en el lenguaje es clara, pero si es así que el lenguaje determina también el pensamiento y éste, a su vez, incide en el espacio cultural de cada sujeto en cuestión, se produce algo así como una retroalimentación. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Un asunto bastante complicado ...

Josep Julián dijo...

Mi experiencia es similar a la tuya. Durante años trabajé en una consultora internacional y cuando hablaba con colegas de otros países es cierto que adaptaba mi razonamiento no tanto al idioma del otro sino a su escala de valores culturales. Será verdad que vivimos en un mundo sin fronteras excepto las culturales, claro está.
Un saludo.

Uxio dijo...

Muy interesante el artículo, y en particular cómo afecta a nuestra percepción de las cosas el género de los nombres en los distintos idiomas. Gracias por la referencia.

José Ignacio Ruiz (Iñaki) dijo...

Astrid, sin duda un post muy interesante. En mi opinión, creo que esta cuestión requiere del planteamiento de muchas matizaciones por no ser una ciencia exacta. Por ejemplo, en base a la experiencia de voluntarios que comentas, si hubiera habido contigo en ese momento otra persona, con el mismo conocimiento en idiomas e idéntica base cultural ¿hubieran sido sus resultados los mismos a los tuyos? Creo que no. No olvidemos que somos iguales, pero somos diferentes.

Astrid dijo...

Josep, Uxio e Iñaki, gracias por pasar y por vuestros comentarios. Respecto a lo que señala Iñaki, estoy de acuerdo en que todos somos diferentes y percibimos la realidad de forma subjetiva, pero creo que eso no invalida el estudio, que contempla los resultados de forma global. En mi caso, el experimento en el que participé me demostró que sí, que en una medida mayor de la que yo pensaba, el lenguaje moldea nuestra forma de ver la realidad y determina no sólo cómo la expresamos, sino también cómo la percibimos. Por supuesto, la base cultural tiene muchísima más importancia en esa percepción, pero creo que el lenguaje es también un factor que no hay que minimizar.
Un saludo,

CYPRIEN dijo...

Pues yo pienso que todos los elementos de cualquier idioma solo buscan contituir sus estatusquos...lo unico posible es hallar la naturaleza que habla de si misma, y muestra las personalidades con el unico interes de la existencia.